Construyendo Madame Sweety: creatividad y mucho sabor

Madame Sweety nació como un sueño lleno de creatividad y amor por la repostería. En este artículo comparto el camino de cómo fui construyendo este proyecto, combinando tradición, innovación y mucha pasión por los postres.

Camila Vasconcelos

9/1/20253 min leer

Soy Camila, la creadora de Madame Sweety, y si llegaste hasta aquí, probablemente compartimos algo muy especial: el amor por los postres, la cocina casera y el deseo de transformar momentos simples en recuerdos dulces.

Mi historia con la repostería no empezó desde niña, tampoco con un plan de negocio sino desde el deseo adulto de crear con las manos, de reconectar con lo que me da placer, y de compartir dulces que despiertan memorias. Madame Sweety nació como un espacio donde combino estrategia, sensibilidad creativa y mucho sabor.

De la creación de bebidas al mundo de los postres

Antes de entrar de lleno en el mundo de los dulces, trabajé durante años desarrollando sabores y fórmulas en la industria de bebidas.
Sí, esas bebidas que encuentras en el supermercado — desde refrescos a cócteles sin alcohol — muchas veces pasan por un proceso creativo y técnico en el que mezclar aromas, equilibrar dulzor y crear experiencias sensoriales es todo un arte.

Y ese mismo amor por crear desde cero — probando, ajustando, perfeccionando — fue lo que me trajo a la repostería.
Para mí, cada receta no es solo un paso a paso: es una fórmula con alma. Porque cuando lo que haces viene de tu ADN, no hay vuelta atrás.

El brigadeiro que cambió todo

El primer producto que vendí fue un clásico: el brigadeiro brasileño. Pero no era cualquier brigadeiro. Era cremoso, brillante, con ingredientes de calidad, y presentado con mimo. Quía que cada cliente sintiera que ese dulce llevaba un pedacito de mi historia.

No tardé en darme cuenta de que muchas personas querían más que un postre: querían saber cómo hacerlo, cómo emprender, cómo ganar dinero con lo que amaban. Y fue entonces cuando entendí que mi misión iba más allá de cocinar.

Nace el blog: recetas, inspiración y herramientas reales

Este blog nace para compartir todo lo que aprendí en el camino:

  • Recetas testadas, sabrosas y con un toque especial.

  • Consejos para emprender en la repostería desde cero.

  • Ideas de presentación, packaging y venta para destacar tus dulces.

  • Historias reales, porque aquí no hay fórmulas mágicas, pero sí mucho corazón.

Si estás empezando en el mundo de la repostería si ya vendes postres y buscas mejorar tus resultados, estás en el lugar correcto.

¿Qué vas a encontrar aquí?

  • Recetas con diferencial: no solo cómo hacer un brownie, sino cómo convertirlo en tu producto estrella.

  • Técnicas de preparación que marcan la diferencia: como dejar el brigadeiro siempre cremoso o evitar que tu bizcocho se hunda.

  • Ideas para vender más en cada temporada: San Valentín, Navidad, verano… ¡todo con sabor y estrategia!

  • Materiales exclusivos: como mis ebooks descargables, listas de compras imprimibles y guías prácticas para emprendedoras dulces.

Este espacio es para ti, que amas la repostería y también sueñas con vivir de lo que haces.

¿Por dónde empezar?

  • Si te interesa la repostería brasileña, descarga mi ebook gratuito “Mundo del Brigadeiro” [aquí] (enlace).

  • ¿Quieres una receta impactante? Te recomiendo esta: Brownie con crosta de cookie, que combina dos clásicos en un postre irresistible (pronto en el blog).

  • Y si aún no me sigues en Instagram, pasa por @madame.sweety donde comparto trucos, bastidores y mucha inspiración dulce.

Conclusión:

Este blog no se trata solo de azúcar y harina. Se trata de reconstruir sueños, de compartir experiencias reales y de ayudarte a construir tu propio camino con sabor.

Si alguna vez pensaste que no era posible vivir de lo que amas… te invito a quedarte, a leer, a probar una receta, a empezar por un potecito de brigadeiro.

Yo también empecé desde cero. Y si yo pude, tú también puedes.

La foto de portada fue mi primera mesa dulce. En ese momento, yo aún era solo Camila, la mamá de Nathan. Y fue a partir de ahí que mi vida empezó a volverse más dulce, en todos los sentidos.